Los trasvases del Tajo al Segura están sometidos a unas reglas de explotación exhaustivas y a unas normas y condiciones bien definidas y reguladas que recientemente se han modificado, restringiendo los futuros envíos de agua para garantizar en todo momento los usos del Alto Tajo. El agua trasvasada a la cuenca del Segura es sólo la excedentaria, es decir, la que sobra una vez atendida la totalidad de su demanda, incluida la medioambiental. Esta demanda prioritaria está fijada en 365 Hm3/año.
A partir de 2018, la reserva mínima en los dos pantanos de la cuenca del Tajo que abastecen el trasvase, Entrepeñas y Buendía, quedará fijada en 400 hectómetros cúbicos de agua, en comparación con los 240 que habían regido este sistema hasta 2014. De hecho, actualmente se funciona en un periodo de transición entre un volumen hídrico y otro, exactamente 336 hectómetros para este año, 368 para 2017 y los 400 definitivos en 2018.
La «Disposición adicional quinta» de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, dentro de la Ley 21/2015 de 20 de junio establece una serie de normas para regular los trasvases de agua asegurando la cuenca receptora, ya que evitan decisiones arbitrarias cuando hay que decidir un trasvase.
Existen cuatro niveles para evaluar el agua transferible:
El primer nivel establece el envío obligatorio de 60 hectómetros cúbicos al mes cuando entre los dos pantanos cedentes suman existencias iguales o superiores a 1.300 hectómetros cúbicos. Este nivel solo se da en contadas ocasiones ya que se necesitan unas condiciones climatológicas muy favorables.
El segundo nivel está previsto para momentos en que las existencias estén por debajo de 1.300 hectómetros, nunca inferiores al mínimo establecido, o las aportaciones conjuntas estén por debajo de los 1.200 hectómetros cúbicos anuales. En ese Nivel la Ley obliga a trasvasar un máximo de 38 hectómetros mensuales.
El nivel tres, ya considerado de condiciones hidrológicas excepcionales, y definido mes a mes cuando las existencias en el Alto Tajo no superen unos valores establecidos, en 2018 entre 586-688 hm cúbicos y sean superiores a la reserva mínima, de 336 hectómetros para este año.
En este caso el ministro que tenga las competencias por designación del Gobierno central decide sobre los envíos de agua, previo informe de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, con un tope de 20 hectómetros al mes.
El cuarto nivel, se da cuando las reservas en los pantanos de Entrepeñas y Buendía se encuentren por debajo de los 336 hectómetros de reserva para este año, 400 a partir del 1 de enero de 2018 lo que impide cualquier trasvase, garantizando de esta manera el caudal de la cuenca del Tajo.
Este mes de abril, las abundantes lluvias en el centro de la península han aumentado el caudal del Tajo a su paso por Talavera de la Reina y Toledo, cuyos caudales ecológicos son de 10 m3/s, a 80 y 60 m3/s, aumentando las reservas de la cuenca cedente. Esta situación debe permitir nuevos trasvases pronto, para que todos podamos aprovechar las lluvias que tanta falta nos hacen en el Levante español, la región de Europa con el clima más seco. Porque el agua puede ser para todos con la ayuda del trasvase Tajo-Segura.