44 ANIVERSARIO DEL TRASVASE TAJO-SEGURA
Los regantes alertan de «años duros» y denuncian su trato «como ovejas negras»
Conmemoran los 44 años del Trasvase en un acto con López Miras como anfitrión y con ausencia de la oposición
El Trasvase Tajo-Segura celebra su 44 aniversario en el momento más crítico de su historia por el Plan del Tajo, que provocará «una lamentable retahíla de consecuencias derivadas de cercenar la posibilidad de trasvasar en los próximos años del orden del 40%», señaló ayer el presidente del Sindicato de Regantes, Lucas Jiménez, que considera que son tratados por el Gobierno nacional «como ovejas negras».
«Son años duros los que aguardan al sector agro con los vientos ideológicos que soplan», recalcó en un acto en la sede del Gobierno regional, con la ausencia de representantes políticos de la oposición. Tampoco acudieron miembros del Consell valenciano y de la Confederación Hidrográfica.
El Ejecutivo regional y el PP protagonizaron esta conmemoración de la llegada de las primeras aguas del Tajo en 1979. Aunque no se trata de una fecha redonda, el contexto lo marca la encrucijada en la que se encuentra el Trasvase y la proximidad de las elecciones. Fueron invitados representantes de las comunidades de regantes del Trasvase y de los riegos tradicionales, así como dirigentes de sindicatos agrarios, cooperativas, la patronal Croem, la Cámara de Comercio y la UMU, entre otros.
El acto fue distinto al que organizó el Scrats en marzo de 2019 para celebrar los 40 años del Trasvase, en el Teatro Romea de Murcia. Entonces asistieron los presidentes de Murcia y la Comunidad Valenciana, que fueron distinguidos por su defensa del acueducto. El acto acabó con el malestar de Ximo Puig por las críticas de López Miras a la política hídrica del Ejecutivo de Pedro Sánchez y a la ministra Teresa Ribera.
«Un golpe mortal»
En esta ocasión, y como anfitrión, el presidente de la Comunidad Fernando López Miras, acompañado por miembros de su gabinete, contó con el presidente de la Asamblea, Alberto Castillo, la consejera de Agricultura de Andalucía, Carmen Crespo, y la vicepresidenta de la Diputación de Alicante. Como colofón al acto, estamparon en un mural sus manos con pintura azul.
López Miras destacó «el espíritu y la fuerza de mantenernos unidos en la defensa y reivindicación» del acueducto. «Somos invencibles si vamos de la mano», recalcó. Felicitó a todos los sectores que dependen directa e indirectamente de este recurso y que contribuyen a que la Región de Murcia sea referencia mundial en la producción de alimentos.
Asimismo, recordó las medidas llevadas a cabo por su Gobierno, como la próxima interposición de un recurso ante el Supremo; al igual que la iniciativa de impulso legislativo aprobada en la Asamblea Regional para elevarla posteriormente al Congreso de los Diputados, con el fin de blindar esta infraestructura. López Miras precisó que el recurso ante el Supremo del Gobierno murciano va «en una línea diferente» al del Consell, al considerar que «da por buenos los recortes». «El Trasvase no se toca, ni mucho ni poco», recalcó.
Aseguró que el Gobierno central «ha asestado un golpe mortal a la mayor infraestructura hidráulica» de España, «por sectarismo y oportunismo político». Añadió que, de todos los trasvases que funcionan en el país, solo ha recortado el del Tajo-Segura.
La consejera de Agricultura de Andalucía, Carmen Crespo, recordó la importancia del Trasvase para Almería, del que dependen 3.500 empleos y 24.000 hectáreas de cultivos. Añadió que el Levante «le tiene mucho cariño al Tajo y que esté en buenas condiciones», aunque consideró que los caudales ecológicos «deben ser los justos y necesarios; no políticos».
En su discurso, Lucas Jiménez señaló que los regantes del Trasvase «han sido una vez más desoídos, relegados, tratados como un colectivo de ovejas negras. Somos los únicos regantes usuarios a los que el Estado no ha tenido a bien consultar sobre caudales ecológicos, porque, como afirmaban miembros del propio Ministerio, la decisión del Alto Tajo no respondía a necesidades técnicas. Escapaba al ámbito imparcial de la técnica para sumergirse en las turbias y convulsas aguas de la ideología arcana y trasnochada que impone en materia de hidrología el Ministerio».
Alertó de que «en los próximos años asistiremos a recortes importantes a los suministros convencionales de agua para el sector. No solo el Trasvase, también seguiremos de cerca el drama de los recursos subterráneos». Advirtió de que, «en los próximos años y tras este monumental dislate del Gobierno de la Nación, asistiremos a una lamentable retahíla de consecuencias derivadas de cercenar la posibilidad de trasvasar durante los próximos años del orden del 40% de las aguas que, de media, recibíamos para regadío y abastecimiento en estas regiones. Ya sabemos que desaparecerán miles de hectáreas de regadíos o, lo que es lo mismo, miles de hectáreas de sumideros de CO2. Amén de los efectos económicos que tendrá para nuestro tejido empresarial».
