En nuestro particular camino y después de dejar atrás los embalses de Entrepeñas y Buendía, el agua del Trasvase nos lleva hasta el escarpado paisaje donde se encuentra los ríos Tajo y Guadiela; estamos en el incomparable paraje de Bolarque.
En la provincia de Guadalajara y con una superficie que supera los 5 millones de metros cuadrados, nos encontramos con esta presa que además de ser una de las más antiguas de España, embalsa el agua de los dos ríos generando una de las vistas más espectaculares de la provincia: la sierra del Altomira.
Esta importante obra hidráulica, está situada en la confluencia de ambos ríos y actualmente tiene una altura máxima desde cimientos a coronación de 45.50 metros, y de una longitud de 292 metros y una capacidad de 160.000 metros cúbicos. Bolarque y su historia comienza a crecer con la construcción de de las Centrales de Zorita y Almoguera, acoplándose en 1947 al sistema madrileño de electricidad. La Unión Eléctrica Madrileña fue la empresa que montó el sistema conjunto, para dar electricidad (junto a otros conjuntos hidroproductores) a un gran número de municipios del centro peninsular.
Nuestra ruta del agua nos da también la oportunidad de conocer esta historia ya que precisamente la maquinaria utilizada en esta central y el edificio donde estuvo alojada la primera central lo que ahora se ha convertido en el Museo Técnico Histórico de Bolarque. En él se exponen algunos de los elementos y aparatos que se utilizaron en las distintas épocas. También se pueden ver elementos representativos de la distribución de corriente continua que se efectuaba en las primeras décadas, como una conmutatriz rotativa que alimentaba la red de tranvías de la misma central. Así como una importante colección de aparatos de medidas eléctricas de precisión, así como la colección de contadores, aparatos telefónicos y topográficos.