Cada vez son más populares las rutas o caminos que hacen disfrutar de la naturaleza a viajeros y aventureros. España es un país rico en este tipo de oferta, desde el conocido Camino de Santiago por Galicia hasta la Ruta del Cid, mucho más cercana (Orihuela).
Menos conocida pero sí vital para nuestra sociedad es la ruta que el agua del Trasvase Tajo-Segura traza su paso en los más de 300 km por los que discurre y con los que une Castilla la Mancha con todo el Levante español. Una ruta llena de monumentos, de obras hidráulicas dignas de estudio y donde el paisaje cambia según avanza el agua.
Nuestro particular camino comienza donde se juntan los embalses de Entrepeñas y Buendía; el primero sobre el río Tajo y el segundo sobre el Gudiela nos sitúan en el corazón de la provincia de Guadalajara y próximos a Cuenca respectivamente.
Con 60 y 59 años desde su puesta en servicio, estas monumentales obras hidráulicas, unidas entre ellas por un túnel de más de 3 kilómetros, albergan 800 hectómetros cúbicos en el caso de Entrepeñas y más de 1600 en Buendía.
Cada presa tiene aproximadamente 80 metros de altura y además de la espectacularidad que estos dos hiperembalses suponen para su entorno, lo realmente importante son los beneficios obtenidos por su capacidad de almacenamiento, capacidad de regulación y además colaboran en el aprovechamiento potencial hidroeléctrico.