Sostenibilidad por bandera
Desde 1979 ésta gran infraestructura trae agua desde el río Tajo hasta la cabecera del Segura y la distribuye a las zonas regables. Hoy, gracias a este aporte de agua, el sudeste español es conocido como “la huerta de Europa”.
El Trasvase Tajo-Segura además aportar grandes beneficios socio-económicos también aporta grandes beneficios medioambientales al Levante: los 44 millones de árboles frutales y las 70.000 hectáreas de cultivos hortícolas que se riegan con las aguas del Trasvase Tajo-Segura, son nuestro principal freno a la desertificación y una de la principales formas de combatir el cambio climático.
Además constituyen el principal sumidero de CO2 del sudeste español, ya que eliminan 1.208.084 toneladas de CO2 al año.
Todo ello se consigue gracias a la modernización y tecnificación de prácticamente la totalidad de sus zonas regables. Por esta razón nuestros regadíos se han convertido en un referente mundial de sostenibilidad y eficiencia en el uso del agua.
La cuenca más regulada de europa
En la actualidad la demarcación del río Segura, con una capacidad en sus embalses de 1.057 hm³, resulta ser la cuenca más regulada, y por tanto más controlada, de toda Europa.
Los regadíos del Segura, con una extensión de 261.000 hectáreas (2012), resultan ser de una productividad excepcional, permitiendo en cultivos hortícolas varias cosechas al año, y con un dinamismo que hace que se constituyan en verdadero pilar y motor económico para el territorio en el que se encuentran y para el conjunto de España.
Los sistemas de riego en la zona han ido evolucionando a cultivos hidropónicos bajo invernaderos de la más alta tecnología, sistemas de recuperación de energía mediante cogeneración, así como al telecontrol y gestión a distancia de la programación del riego, constituyéndose hoy en día en un referente mundial en cuanto al “know-how” sobre regadíos y dando sustento a toda una industria agroalimentaria con gran vocación exportadora, fundamentalmente a la Unión Europea, y con una garantía de trazabilidad sobre todos sus factores – incluyendo la calidad de las aguas que se aplican-.
La modernización se encuentra implantada en más del 95% de las tierras regables, y más del 50% de ellas disponen ya de procesos de transmisión de datos automatizados, con funcionamiento y control volumétrico instantáneo donde el regante puede acceder a los servicios de su Comunidad de Regantes a través de Internet o por el teléfono móvil, tarjetas inteligentes, las 24 horas y los 365 días del año. Se dispone de información y control en tiempo real de cada metro cúbico que se distribuye y se consume.
Volumen a trasvasar anualmente
Las pérdidas imputables previstas, de un 15%, la realidad ha demostrado que son menores que las previstas legalmente, situándose en torno al 10% según los organismos oficiales españoles (CEDEX).
Hay que destacar que el agua que se trasvasa es solo la excedentaria de la cuenca de origen, es decir, la que no es necesaria para cubrir las demandas del Tajo, incluidas las medioambientales, que son siempre prioritarias y tienen una garantía de suministro de dos años. Esta es la regla básica de este trasvase. La demanda actual de la cuenca del Tajo con cargo a recursos de cabecera es de 365 hm3 /año y ello está garantizado al 100% con las aportaciones mínimas anuales y con la reserva anterior de 240 hm3 para los embalses de Entrepeñas y Buendía en la cabecera del Tajo.
Desventajas de la desalinización de agua como "alternativa" al Trasvase
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Elevado consumo energético asociado a su producción
3’70-4’30 kWh/m3
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Nivel de emisiones de GEI
poco compatible con las políticas relativas al cambio climático.
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Elevada concentración de boro, que puede producir problemas de fitoxicidad
al limonero por ejemplo le puede provocar daños cuando el índice de boro es superior a 0’3 mg/l, y entre 0’5 y 0’75 mg/l en el resto de cultivos.
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Carencias y desequilibrios en su composición
al poseer unos contenidos mínimos de calcio, magnesio y sulfato, precisando así un postratamiento de remineralización.
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Elevada acidez y poder corrosivo
que ocasiona problemas en las tuberías, lo que eleva el coste de mantenimiento no sólo de las desaladoras, sino del resto de tuberías que conectan con ellas
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Un coste del agua producto muy elevado, entre 0’60 y 0’80 €/m3
si lo comparamos con la tarifa del trasvase -0’097 €/m3 -, ya de por sí una de las más caras de España, resulta obvia la diferencia.