Al final hubo sorpresa. El Consejo de Estado ha formulado objeciones de calado al plan de la ministra Teresa Ribera de recortar el Trasvase para el regadío del Levante. En su dictamen, considera, por unanimidad, que los planes del Tajo y del Segura no son coherentes y no están coordinados, a la vez que advierte de que los caudales ecológicos y el acueducto Tajo-Segura deben ser «compatibles». El máximo órgano asesor del Gobierno atiende las alegaciones de los regantes y del Ejecutivo murciano y, al mismo tiempo, indica que el real decreto de los planes de cuenca «puede ser aprobado» por el Consejo de Ministros «sin perjuicio de la conveniencia de considerar las observaciones formuladas en este dictamen y la necesidad de acomodar el proyecto a la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la preservación de los caudales ecológicos».