FUENTE: LA RAZÓN
Los regantes batallarán contra el MITECO para que no se reduzcan los volúmenes de aguas subterráneas del Tajo-Segura
Gobierno regional y Scrats se han reunido para analizar los retos y desafíos a los que se enfrentarán los regantes en el año que comienza
T. GÓMEZ | Murcia
Evitar que se modifiquen las reglas de explotación del trasvase del Tajo al Segura, revertir los recortes «políticos» del mismo y evitar que se reduzca el volumen autorizado de uso de aguas subterráneas serán los principales caballos de batalla del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), con los que coincide plenamente el Gobierno regional.
Así lo han trasladado a los periodistas la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, y el presidente del SCRATS, Lucas Jiménez, que se han reunido este miércoles para analizar los retos y desafíos a los que se enfrentarán los regantes en el año que comienza.
Con la vista puesta en 2027, cuando concluirá el actual ciclo de planificación hidrológica y podrán plantearse nuevos escenarios para el trasvase, ha subrayado Jiménez, uno de los retos será el de evitar un recorte en el uso de las aguas subterráneas.
Jiménez ha apuntado que el Plan de Cuenca del Segura contempla un recorte del uso de las aguas subterráneas de 213 hectómetros cúbicos, lo que supone casi la mitad del volumen de esas aguas que se emplean actualmente en la agricultura.
Ello unido a los 105 hectómetros cúbicos recortados del trasvase, ha subrayado, supone reducir en 318 hectómetros cúbicos el agua de riego, lo que equivale a un 35 por ciento del agua que se emplea en la cuenca.
Para suplir esos recortes, el Gobierno central ha previsto generar 38 hectómetros cúbicos adiciones de agua desalada, por los eu para Jiménez no se está planteando «una transición ecológica justa», porque no responde a las necesidades del sector.
Por ello, ha exigido una moratoria en las restricciones al agua subterránea en tanto que no haya una verdadera solución al déficit hídrico, y ha insistido en que la desalación no cuenta aún con las infraestructuras necesarias para hacer las aportaciones previstas.
Jiménez ha insistido también en la necesidad de evitar la revisión a la baja de las reglas de explotación del Trasvase que, en su opinión, deben mantenerse como hasta ahora y sin cambios.