La agricultura de regadío desempeña un papel esencial en la producción mundial de alimentos, dado que produce el 40% de los mismos con menos de un 20% de las tierras cultivadas, siendo un reto importante para las próximas décadas garantizar la seguridad alimentaria para una población creciente, se espera que en 2050 seamos unos diez mil millones de personas en el planeta.
En España la producción de regadío es siete veces superior a la de secano. Por ello, para poder garantizar la alimentación de la población de nuestro país e incluso la europea, sin depender de países externos, es necesario proteger al sector de la agricultura de regadío y considerarlo como estratégico.
La puesta en marcha definitiva, de las infraestructuras del Trasvase Tajo-Segura, posibilitó la expansión de la actual horticultura intensiva del Sureste español, que la sitúa entre una de las mayores zonas de producción fuera de temporada de hortalizas al aire libre de Europa, convirtiendo a esta región en la denominada “Huerta de Europa”. A pesar de estas circunstancias suele ser el primer sector al que se le aplican restricciones en el suministro de agua en los periodos de escasez.
Pero, además, hay que tener en cuenta que el sector agrícola, gracias al Trasvase Tajo-Segura, es un pilar fundamental de la economía del Levante español. De acuerdo con las estimaciones de PWC, si al sector agrícola se le añaden las actividades de comercialización y transformación asociadas al mismo, la industria agroalimentaria vinculada al Trasvase Tajo-Segura aporta en su conjunto 2.364 millones de euros de PIB y más de 100.000 empleos.
No podemos olvidar que la agricultura de regadío del Trasvase Tajo-Segura es muy importante desde el punto de vista del paisaje, la biodiversidad y el desarrollo rural. Si tú también consideras esta infraestructura hidráulica vital para nuestro país, te animamos a difundir este post.