Las regiones que se benefician del agua del trasvase Tajo- Segura, Murcia, Alicante y Almería, buscan una alternativa posible a la escasez de agua en las cuencas del Tajo, ya que a finales de este año hidrológico habrá problemas de abastecimiento dadas las pocas lluvias acaecidas y las restricciones legales de la reserva límite de 400 hectómetros cúbicos.
El agua de las desalinizadoras podría ser una alternativa, aunque no es viable por los siguientes motivos:
- El precio: El precio del agua desalada es muy elevado, no es rentable para los regantes. En el resto de España se pagan dos milésimas de euro por metro cúbico, desproporción muy elevada con lo pagado en esta zona. Además de que el precio resulta insoportable para los regantes, es un serio problema para los agricultores el poder soportarlo con el margen de beneficio de los cultivos.
- Calidad: La calidad del agua desalada no es buena para los regadíos, ya que soporta los límites permitidos de boro (0,3 miligramos por litro). Este elemento químico es muy perjudicial para los cítricos y provocaría desequilibrios nutricionales que pueden limitar el desarrollo de los cultivos.
- Contaminación y Consumo energético: El nivel de emisiones de gases de efecto invernadero es poco compatible con las políticas orientadas al control del cambio climático; y sería necesario un postratamiento de remineralización, para aportarle las carencias de sustancias como el calcio, magnesio o sulfatos; o para restarles el exceso de cloro o sodio.
Actualmente, dada la escasez sufrida, se ha estado utilizando agua desalada en pequeñas dosis siempre mezclándola con agua del trasvase. Por eso el agua desalada no es una alternativa, puede ser una ayuda, pero no para sustituir el agua del Trasvase del Tajo-Segura, que es la única opción de los regantes del sureste español para poder sacar adelante sus cosechas.