El agua no tiene color… ¡Pero cuántos colores refleja!
El agua no tiene olor… ¡Pero cuántos aromas lleva!
El agua no tiene sabor… ¡Pero qué buena que está!
El agua no tiene boca… ¡Pero mira cómo canta!
No tiene alas… ¡Pero mira cómo vuela!
No tiene piernas… ¡Pero mira cómo corre!
No tiene brazos… ¡Pero mira cómo nos abraza!
El agua todo lo limpia, todo lo cura, todo lo alegra…
El agua no es de nadie… ¡PERO NOS UNE A TODOS!
EL AGUA ES LA VIDA.
Sí. Así ven el agua los niños. Porque tienen los ojos limpios.
¡Qué pena que se hagan mayores tan pronto!
¿Qué mejor forma de mostrar el valor del agua que desde la inocente visión de un niño? Porque ellos la ven como es, simple y pura, como su mirada, no como una constante lucha entre comunidades o como una herramienta política. Ellos la reconocen como una fuente de vida y unión, no de desunión, algo que necesitamos para vivir y que no es de nadie.
Todos deberíamos verla así y nos daríamos cuenta que el AGUA NOS UNE!