Brasil posee ocho grandes cuencas hidrográficas que drenan en el Atlántico y está considerado como uno de los países más complejos y extensos en materia fluvial. La selva amazónica cubre 3,6 millones de km² de su territorio y sus ríos más importantes son el Amazonas, (el río más grande del mundo tanto en extensión, como en volumen de agua), el Paraná, el Iguazú, el Negro, San Francisco y Madeira.
El país brasilero cuenta con más de 202 millones de habitantes, con una densidad de población baja, ya que la mayor parte de ella se concentra en el litoral, dejando zonas del interior prácticamente despobladas. Para abastecer a su gran población, Brasil cuenta con grandes infraestructuras hidráulicas donde los trasvases cumplen una labor imprescindible al comunicar cuencas excedentarias con otras con menos recursos. Conozcamos algunas de los más relevantes:
Trasvase del Río San Francisco
Este trasvase, cuyas obras fueron aprobadas por el gobierno brasileño en 2005 y se encuentran en la actualidad completas al 76%, conectando la cuenca del río San Francisco con las regiones noreste de Ceara, Río Grande do Norte, Paraiba y Pernambuco, desviando el 1,4% del agua del río para el abastecimiento de ciudades, regadío e industria. Durante su construcción se prevé que se emplearán a alrededor de 12 millones de personas para construir más de 700 Km de canales, túneles y presas. El proyecto consiste en dos transferencias, una al eje Este y otra al Norte.
Sistema Cantareira
Este sistema proporciona 33m3/s de agua destinada al abastecimiento del área metropolitana de Sao Paulo. Además, controla las inundaciones, desbordamientos de la cuenca del río Piracicaba y regula los vertidos a los ríos colindantes.
La transferencia de agua de los ríos que forman la cuenca del río Piracicaba en el alto Tietê comenzó en 1966 con la construcción de un conjunto de embalses en los ríos Jaguari, Jacareí, Cachoeira y Atibainha, más allá del embalse Paiva Castro, en el río Juqueri.
