A la hora de determinar la importancia de un alimento, casi siempre se han considerado los nutrientes como los únicos constituyentes a tener en cuenta, pero también se conoce la importancia de otros tipos de componentes denominados “no nutrientes” cuyo papel en relación con la salud es de enorme interés. En algunos casos tienen propiedades fisiológicas importantes, lo que ha dado lugar a que se consideren sustancias bioactivas. Estas sustancias se llaman fitoquímicos, y destacan algunos que además de poseer dichas propiedades, son los responsables del color de frutas, verduras y hortalizas:
- Alimentos de color amarillo y naranja: Fortalecen los huesos, ayudan a mejorar la visión y mantienen la piel sana e hidratada. Mandarina, naranja, piña, zanahoria, mango, melón, etc.
- Alimentos de color blanco: Regulan el nivel de colesterol en la sangre y la presión arterial. Sus poderes antioxidantes aumentan las defensas del organismo y ayudan a prevenir el cáncer. Cebolla, ajo, champiñón, etc.
- Alimentos de color azul y morado: Son alimentos antioxidantes que protegen a las células de los radicales libres. Previenen el rápido envejecimiento, minimizan el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, mejoran la memoria y la circulación de la sangre. En este grupo se clasifica la uva, la berenjena, la remolacha, la ciruela, etc.
- Alimentos de color verde: contienen mucha fibra y vitaminas. Facilitan el tránsito intestinal, reducen el colesterol y mejoran la circulación. En este grupo se incluye el brócoli, la lechuga, el aguacate, la espinaca, etc.
- Alimentos de color rojo: Mantienen la salud de la piel y liberan al cuerpo de sustancias tóxicas. Previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares. Aquí se encuentra la fresa, el tomate, la cereza, la manzana, la sandía, la granada, etc.
Todos estos alimentos los podemos encontrar en la zona sureste español, ya que predomina por su gran variedad de frutas, verduras y hortalizas, y por su gran calidad, gracias al agua del Trasvase Tajo Segura.