En estos días en los que el buen tiempo y las vacaciones de Semana Santa han llenado la zona de levante de turistas tanto nacionales como extranjeros volvemos a valorar lo importante que es el sector turístico para todo el sureste español. Los datos publicados por Hosbec indican una ocupación entre el 85% y el 90% en nuestro litoral que incluso podría llegar al 100% en días puntuales.
Esto demuestra que el turismo tiene un peso fundamental para el desarrollo socioeconómico de las regiones de Valencia o Murcia. Pero, ¿nos podríamos imaginar cómo sería este destino sin acceso al agua? Y no hablamos en esta ocasión del agua de riego para la agricultura, sino de agua para el uso doméstico de la población; es decir, si los turistas tuvieran que incluir entre sus excursiones visitas a las fuentes para recoger agua; si los hoteles o alojamientos tuvieran abastecimiento solo en unas horas determinadas o si en definitiva los más de 5 millones de personas (tanto turistas como autóctonos) que visitan la Región de Murcia no pudieran atender sus necesidades básicas.
Que no ocurra nada de esto y que se pueda seguir generando más de 320.000 puestos de trabajo y aportando alrededor del 10% del PIB, es gracias a la aportación hídrica del Trasvase Tajo-Segura, que contribuye, de esta forma al desarrollo y mantenimiento de la economía en la zona, y por extensión a la del conjunto nacional.